J. M. L. R. | IBIZA ­«Si luchamos ahora, si nos quejamos y reclamamos, puede que dentro de unos años hablemos de lo que está ocurriendo, de esta vulneración de derechos, como si solo hubiera sido un mal sueño», advirtió ayer Francisco Garrido, abogado de Médicos del Mundo especializado en refugio, auxilio y extranjería, durante la conferencia ´Reforma sanitaria: límites al derecho a curar´, que tuvo lugar en el Club Diario de Ibiza y que organizó la Plataforma por la Convivencia. El mal sueño es la reforma sanitaria que entró en vigor a principios de septiembre pero que, en la práctica, ya se aplicó desde muchos meses atrás, según denunció Belén Matasanz, enfermera y coordinadora de inclusión social en las islas de Médicos del Mundo. Con la reforma, miles de extranjeros sin papeles se han quedado al margen de la asistencia sanitaria en España, a la que solo pueden acceder en casos muy concretos. A no ser que paguen.

A juicio de ambos, esta modificación de la asistencia contraviene tanto la Constitución como numerosos convenios internacionales firmados por España: «No tener derecho a la salud por proceder de otro país es una discriminación», subrayó Garrido, que intentó desmontar mitos como el del turismo sanitario: «Llevo 14 años trabajando en esto y no conozco a nadie que haya emigrado por motivos de salud». Otros mitos que carecen de fundamento, según Médicos del Mundo son que los extranjeros van más al médico ( acuden 4,2 veces por 6,7 los españoles) y que saturan los centros de salud (representan el 10% de la población, pero solo son el 5% de los pacientes). Además, recordaron que la financiación de la Seguridad Social también procede del pago de impuestos indirectos: «Si los extranjeros no van a recibir atención sanitaria, igual no deberían pagar el IVA», dijo con ironía Belén Matasanz.

Situaciones surrealistas
Garrido y Matasanz aseguran que el Estado ha creado un caos con esta reforma, especialmente en lo referente a la documentación requerida para justificar que se puede recibir asistencia, lo cual lleva a situaciones surrealistas en las que «dependiendo de quién te atienda en un centro médico te pide una cosa u otra». A veces, incluso papeles imposibles de conseguir, como certificados referentes a la situación económica en el país de origen que en esos estados no existen, en ocasiones porque carecen de Ministerio de Hacienda. «La Administración debe clarificar criterios y unificarlos», señaló Garrido. Incluso dentro de la misma Comunitat Autònoma balear, donde en Campos no se exige lo mismo que en Vila. Como consecuencia, «hay montones de casos de difícil solución». «Esta ley entró en vigor sin que nadie que trabaja en esto sepa realmente cómo se ha de aplicar», señaló Francisco Garrido.

La ley balear incluye como gratuitas las asistencias urgentes, mientras la estatal añade el calificativo de graves. Aun así, el problema es que si el médico no considera que esa intervención ha sido urgente, al paciente se le exige el pago de 85 euros. Consejos de Médicos del Mundo: no pagar antes de ser atendido y que sea el facultativo quien decida el carácter urgente, pues se han dado casos en que los responsables del servicio de admisión, que no son médicos, son los que han tomado esa responsabilidad. Garrido recordó que poner trabas para una atención urgente puede llegar a constituir «un delito de omisión de socorro».

Pagar por quitar la escayola
Los extranjeros sin papeles tienen también derecho a recibir atención médica si padecen una enfermedad infecto contagiosa o si tienen un trastorno mental: «El problema es que los médicos no saben, en esos casos, cómo proporcionarles la medicación», explicó Matasanz. Ese es otro de los agujeros negros de la reforma. Se llega a situaciones tan surrealistas como que se escayole el brazo a una persona que carece de documentación y recursos y luego se tenga ella misma que pagar que le quiten el yeso: «El enfermo ha de esperar, pues, a que se le hinche el brazo para que le atiendan de urgencia. Es absurdo», dijo la enfermera de Médicos del Mundo.

Algo parecido ocurre con los trasplantes. Es el caso, por ejemplo, de un extranjero sin recursos ni papeles que tras recibir un riñón, la Seguridad Social no le aporta ahora los medicamentos necesarios para evitar un rechazo, que cuestan unos 650 euros al mes: «Nos va a costar tirar a la basura un riñón y una vida», alertó Matasanz, que recordó que tampoco los diabéticos sin papeles reciben la medicación, que cuesta unos 100 euros al mes: «¿Acaso es mejor que terminen sufriendo un coma diabético y sean ingresados durante tres semanas en la UCI, con el coste que eso representa? ¿Dónde está el ahorro, en esperar a que la gente se ponga más grave para atenderla?».

«Antes nos machacaban con el diagnóstico precoz; ahora parece que prefieran que nos muramos para no hacer gasto», dijo al respecto Matasanz, que alertó de que en Balears se están dando «casos de enfermos de oncología a los que se facturan servicios, trasplantados sin acceso a la medicación, menores no asistidos, urgencias no asistidas y facturación de pruebas ginecológicas y de asistencia al parto». La pesadilla ya es real para miles de indocumentados.

Noticia original: http://www.diariodeibiza.es/pitiuses-balears/2012/10/17/reforma-sanitaria-caos-pesadilla/583576.html