Merkel en patera – un delirio nacional
Stefan Meyer, coordinador de Incidencia Política en Médicos del Mundo
Según la Ministra de Sanidad, la reforma sanitaria – y la exclusión de la sanidad pública de las personas sin papeles – combate el “turismo sanitario”.
Lo que hace la ministra es, ni más ni menos, generar confusión entre dos tipos bien distintos de “migración”. Una parte, principalmente procedente de la Unión Europea, a quienes les resulta más fácil, más rápido o más económico acudir al sistema sanitario español. Por otra parte están las personas inmigrantes en situación irregular. Con los primeros, el problema para el sistema de salud español es, simplemente, “pasar la factura”. Con el segundo grupo, se trata de la obligación de proveer servicios a todas las personas que habitan en el territorio español. Para “pasar la factura” existen mecanismos de compensación entre países europeos, y España debería trabajar para que estos fueran más eficaces y eficientes.
Imaginen conmigo: ciudadano español tumbado en su toalla en la playa valenciana. A su lado observa, en otra toalla, a un “turista sanitario”, digamos alemán. Éste ha llegado en su Mercedes no sin antes parar en un par de bodegas francesas y degustar un par de quesos, para pasar unos meses en las playas de Valencia, donde de paso se arreglará unas molestas varices. Este “arreglo”, eficientemente realizado en un hospital público, la administración sanitaria española no logra cobrarlo a la seguridad social alemana.
Entra en la soleada escena un inmigrante africano, con un puñado de gafas de sol, de esas que te acaban quemando la retina. Llegado en patera, es uno de los más sanos que salen de su pueblo empobrecido, desertificado por el comercio mundial y la herencia colonial. Él no ha venido para ir al hospital -no le interesa- sino para trabajar. Trabajar para enviar dinero a casa, trabajar sin remedio de forma ilegal, en los invernaderos plastificados para que podamos exportar “fruta española” o recorriendo las playas vendiendo gafas de sol. Siguiendo las palabras de la ministra, bajo el sol radiante, en la mente de nuestro protagonista español se mezcla el uno con el otro en un sueño de verano, delirio de insolación, en una imagen difusa de amenaza.
Así, el rojo del alemán, quemado por el sol, y la piel oscura del vendedor, se dibujan en su imaginación como un solo cuerpo, extraño, amenazador. ¿Merkel en patera? “Me invaden desde arriba y desde abajo a la vez, del Norte y del Sur – ¡¡¡socorro, vienen de fuera para expoliar!!!¡Sálvenme! – cerramos las puertas!” Fin de la escena: Llega una ambulancia – insolación grave – y se lleva nuestro protagonista al hospital. A uno de los sistemas sanitarios más eficaces del mundo. Un sistema para todos. ¡Defendámoslo!
Este artículo aparece publicado en la Revista nº 34 de Médicos del Mundo de diciembre de 2012 (página 5).