Destacamos la mejora de la coordinación en el acceso al sistema público de salud que ha permitido conseguir el acceso a tarjeta sanitaria en casos de especial vulnerabilidad de personas que llevaban excluidas muchos años. Es reseñable, asimismo, la buena acogida de la mediación intercultural en el sistema nacional de salud.
Melilla es un enclave de entrada de población migrante debido a su situación geográfica, al norte de África a orillas del mar Mediterráneo. Es parte de la región del Rif y limítrofe con Marruecos, concretamente con las comunas de Farjana (al norte y el oeste) y Beni Ansar (al sur), ambas pertenecientes a la provincia de Nador.
La ciudad de 12 kilómetros cuadrados queda delimitada con el territorio marroquí por una barrera física, la valla de Melilla de 12 km de longitud y cuenta con cuatro pasos fronterizos, Beni Ensar, o frontera internacional, y los pasos fronterizos de Barrio Chino, Farhana y Marihuari, que permanecen cerrados desde marzo de 2020. Junto con Ceuta, es el único punto de entrada terrestre a la Unión Europea desde África.
Tiene una población de 86.056 habitantes. Es la ciudad autónoma con menor densidad de población del país, con 7.135 habitantes por kilómetro cuadrado.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en lo relativo a la cifra de desempleo, Melilla tiene un porcentaje de paro del 27,4% de la población activa, superior a la nacional. Además, es la segunda ciudad con mayor porcentaje de paro de España.
Su PIB es de 1.757 millones de euros, lo que la sitúa como la última economía de España por volumen de PIB. En cuanto al PIB per cápita, que es un buen indicador de la calidad de vida, en Melilla en 2022, este fue de 17.900 euros, frente a los 30.320 euros de PIB per cápita en España. Se encuentra en el puesto 19 respecto al total de las Comunidades Autónomas, lo que indica que sus habitantes tienen un bajo nivel de vida en comparación con la media de España.
Aunque tras la crisis de Ceuta se calificó como la frontera más desigual, lo cierto es que esto no es así, aunque las cifras también oscilan. Frente a los 3.388 euros de PIB per cápita de los marroquíes están los 30.320 euros de España, lo que supone casi nueve veces más.
El contexto actual ha ido cambiando y lo ha hecho más aún en los dos últimos años, al variar el perfil de las llegadas debido al control fronterizo exhaustivo que se realiza por parte de Marruecos, así como al funcionamiento de la frontera, que desde su apertura post COVID funciona como si fuera espacio Schengen, por lo que se exigen visados o permisos de residencia para el acceso a Melilla y se deja en suspenso el acuerdo de “buena vecindad” con Marruecos. El actual perfil de solicitantes de asilo en Melilla ha cambiado, siendo ahora mayoritariamente de origen latino.
La bolsa de personas migrantes residentes de manera irregular en Melilla ha disminuido de manera considerable, aunque todavía se mantienen las fuertes restricciones de acceso a la regularización, sobre todo para la población magrebí. El problema principal en el acceso a la salud está aumentando en los últimos meses ante a la imposibilidad de renovar la documentación por parte de esta población.
El trabajo que iniciamos en 2016 se ha consolidado. Nuestra labor está centrada en atender a población migrante y refugiada ya que Melilla es en muchos casos un lugar de tránsito en su ruta migratoria. De este modo, llevamos a cabo un proyecto comunitario con todos los recursos sociales y sanitarios por la mejora general de los mismos y de las personas que viven en ellos, junto con un acompañamiento sociosanitario, especialmente de personas vulnerables y con problemas de salud y fragilidad importantes.
En la Ciudad Autónoma de Melilla se trabaja en migraciones para acceso a la salud, salud mental, género y violencia de genero.
-Las áreas en las que trabajamos son:
En los meses de octubre y noviembre, en la escuela de Arte Miguel Marmolejo, se pudo ver la exposición del Premio de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña Miradas fronterizas de las migraciones, en la que, a través de la fotografía humanitaria, se da testimonio de las vulneraciones de los derechos humanos y denuncia las injusticias en muchos rincones del mundo. La exposición consta de 29 fotografías procedentes de ganadores y seleccionados en el Premio de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña.
Durante el año se ha formado a profesionales sanitarios en Violencia de Género y a otros profesionales en el acceso al sistema público de salud, matrimonios forzados, y EPTS trata. También se han ofrecido talleres de nuevas masculinidades con menores de los centros de protección de Melilla, con contenidos innovadores y adaptados al contexto intercultural de la ciudad.
Junto a la dirección provincial de Educación y Ciencia de Melilla, se ha iniciado el trabajo en centros educativos, hecho que abre una nueva línea de trabajo de Médicos del Mundo en Melilla.