Bolivia
Se trabaja para mejorar la salud de mujeres indígenas aymaras, chiquitanas, amazónicas y quechuas, desde un enfoque de género e interculturalidad
contexto
La situación de las mujeres en Bolivia se deterioró debido a las peores condiciones laborales y a la desigual recuperación tras la pandemia por COVID-19, por su mayor demanda y sobrecarga en los cuidados, incrementándose en aquellos hogares con dificultades en el acceso a servicios básicos, agua potable, saneamiento y energía.
Una situación de vulneración que se ha acentuado en la persistencia de la violencia de género y en el daño a la salud, reflejada en el informe del Ministerio Público con 51.911 casos de violencia contra mujeres y menores en 2022, más de 4.000 con respecto a los registrados en 2021, con Santa Cruz (18.361 casos) y La Paz (11.849 casos) como las regiones con mayor cantidad de denuncias, también se registraron 94 feminicidios. En cuanto a la participación y toma de decisiones, pese a la existencia de una normativa que favorece a las mujeres, persisten estructuras que restringen una participación auténtica que permita la toma decisiones para la mejora de sus condiciones de vida y de su salud.
© Mikel Sagasta
NUESTRO TRABAJO EN 2022
El trabajo de Médicos del Mundo tiene como horizonte la mejora de la salud de mujeres indígenas aymaras, chiquitanas, amazónicas y quechuas, desde un enfoque de género e interculturalidad en el marco del derecho a la salud. Se han realizado diferentes acciones dirigidas al empoderamiento individual y colectivo de las mujeres para lograr su autonomía en la toma de decisiones, así como en la promoción de los derechos sexuales y reproductivos y la prevención de la violencia de género. También se ha continuado con el apoyo en el desarrollo de procesos de gestión participativa en salud, un conjunto de acciones que se organizan para cumplir con la planificación, ejecución-administración y seguimiento de las acciones de salud realizadas en un contexto municipal, con la indispensable participación de titulares de derechos, de responsabilidades y de obligaciones. Procesos en los que se ha profundizado la visibilización de las causas y consecuencias que profundizan las desigualdades entre hombres y mujeres, lo que ha conducido al planteamiento de un abordaje integral, multiescalar y transversal considerando la equidad para alcanzar la igualdad sustantiva.
Esta estrategia se complementó con el fortalecimiento de competencias de los gobiernos locales con la finalidad de priorizar el bienestar de las personas. Se realizó a través de procesos más sostenibles e incorporando a grupos históricamente excluidos para definir políticas públicas de inclusión y protección social que apunten a fomentar la corresponsabilidad social y de género, orientando la transformación de patrones tradicionales que acentúan la vulneración hacia grupos vulnerables.