contexto

Honduras tiene una economía pequeña, abierta, en gran medida agrícola e informal y con una base industrial sólida. Su ubicación es estratégica, cuenta con amplios recursos productivos y una creciente población joven que posee potencial para acelerar su crecimiento y hacerlo de forma resiliente e inclusiva. En la actualidad, sigue siendo uno de los países más pobres y desiguales del hemisferio occidental.

A pesar de los desafíos globales en contra y los impactos del huracán Julia (1,2% del PIB de 2021), el PIB real anual se expandió un 4% en 2022, según datos preliminares del Banco Central de Honduras. Las previsiones de crecimiento son del 3,5 por ciento.

Aunque la mejora económica vino acompañada de una reducción estimada de la pobreza en 2021 (al 53,3% la pobreza moderada), la alta inflación en 2022 limitó un progreso superior. Se estima que la tasa de pobreza disminuyó ligeramente hasta alcanzar el 52,4% y la pobreza extrema al 13,3% en 2022, mientras que el Índice de Gini se situó en el 47,5 por ciento.

Los resultados de desarrollo humano en el país se encuentran entre los más bajos de América Latina y el Caribe. Por ejemplo, de acuerdo con el Indicador de Capital Humano del Banco Mundial, un niño que nace en Honduras será casi la mitad (48 por ciento) de productivo cuando crezca de lo que podría ser si se le garantizara una educación completa y una salud plena.

Para generar más oportunidades para la población más vulnerable, se requiere promover un mayor crecimiento económico, mejorar la productividad y competitividad y promover la inclusión mediante la mejora del acceso a servicios y empleos de calidad. Para alcanzar un crecimiento más inclusivo es necesario implementar reformas institucionales en temas clave como la sostenibilidad del sector eléctrico, la gobernanza y el clima de negocios.

De igual modo, Honduras tiene el desafío de fortalecer su resiliencia al cambio climático y mejorar la gobernabilidad y la calidad de las instituciones, incluyendo la transparencia e independencia de poderes constitucionales.

Se ha participado activamente junto a la Red Internacional de Médicos del Mundo en el clúster de protección para realizar incidencia en la aprobación de la Ley de prevención, atención y protección para las personas desplazadas internamente en Honduras, que fue aprobada el 22 de diciembre del 2022.

---

NUESTRO TRABAJO EN 2022

• Salud sexual y reproductiva, incluida la atención a casos de violencia sexual y los métodos anticonceptivos, a través de la implementación de espacios seguros para mujeres y niñas en las comunidades más afectadas por la violencia en los departamentos de Cortes, Santa Bárbara y Yoro. Se han realizado 2.241 atenciones con la aplicación de 410 métodos anticonceptivos de larga duración y 400 de corta duración. Se han atendido nueve casos de violencia sexual captados a través de la ruta de atención a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual.
• Fortalecimiento institucional de la Universidad Nacional Autónoma en género, diversidad sexual, prevención de la violencia de género y el acoso sexual en los departamentos de Francisco Morazán, Cortés y la Ceiba y en la Facultad de Ciencias Médicas en Parto Humanizado y prevención de la violencia obstétrica.
• Fortalecimiento institucional de la Secretaría de Salud- Programa ampliado de inmunizaciones para aumentar coberturas de vacunación COVID-19 y Programa sostenido de vacunación en el departamento de Cortés.
• Asistencia humanitaria en temporada ciclónica y de huracanes en los municipios más afectados del Departamento de Cortés y en flujos migratorios mixtos en los principales puntos fronterizos del país.
• Fortalecimiento de los Dispensarios Médicos de la Pastoral de Salud en el Departamento de Cortés y de las redes de mujeres y voluntariado.
• Fortalecimiento de las Unidades de Atención al Migrante retornado y desplazado por violencia en las municipalidades de San Pedro Sula y El Progreso.

---

En Honduras se han realizado 1.713 atenciones en salud primaria y 1.877 atenciones en salud mental a través de programas de protección, redes de apoyo u flujos migratorios a población en movilidad humana y sobrevivientes de violencia en todas sus formas., y 1.992 atenciones en apoyo psicosocial brindadas a través del equipo de Respuesta Rápida en brigadas y espacios seguros. Además, 3.505 estudiantes del área de salud han sido formados en bioseguridad, COVID-19 y gestión de riesgos ante emergencias.