Mauritania
Se ha puesto en marcha la sexta Unidad de atención y cuidados de víctimas de violencia sexual en Kaédi, desde 2017 más de 3.152 mujeres y niñas han podido hacer uso de sus servicios.
contexto
Mauritania cuenta con un Índice de Desarrollo Humano del 0,526% (puesto 158 sobre un total de 191 países), un indicador estable desde 2020. El Índice de Desarrollo de Género es de 0,890 (en 2021) y el de Desigualdad de Género es de 0,632 (UNDP, 2021/2022; Informe Desarrollo Humano). La equidad en el acceso a los servicios de salud de más de un tercio de la población continúa limitada por las barreras tanto financieras como geográficas. Una parte de la ciudadanía no puede hacer frente a los costes ligados a la salud. Además, las estructuras sanitarias, sobre todo en zonas rurales, cuentan aún con graves problemas para asegurar la organización de la oferta, la calidad de los servicios y la gestión en materia de aprovisionamiento de medicamentos, reactivos, vacunas y/o consumibles. Así, el sistema sanitario, aun existiendo una voluntad política de cambio y mejora, continúa limitado y frágil, confrontando altos indicadores de mortalidad materna e infanto-juvenil, a pesar de una mejora en las últimas encuestas demográficas (766 muertes maternas por 100.000 nacidos vivos). También se registran altas prevalencias en diarreas, insuficiencias respiratorias, malnutrición aguda y severa y paludismo.
Respecto a las violencias de género, no existe un marco legal reconocido y los sistemas de prevención y protección no están desarrollados para asegurar una atención holística de las supervivientes y garantizar una estrategia eficaz y especifica de prevención. Se trata de un asunto comprometido que todavía se considera tabú por la mayoría de la población. A pesar de la incidencia de varios actores locales, nacionales e internacionales, las autoridades carecen de voluntad política y tienen dificultades para aprobar leyes en esta dirección. Por ejemplo, el Proyecto de ley marco sobre violencia de género fue validado en 2015 por el Gobierno y desde entonces ha sido bloqueado en el Parlamento. Se trabaja en la lucha contra la violencia sexual, el matrimonio infantil, la violencia doméstica y la mutilación genital femenina (MGF). En algunas regiones más del 90% de las mujeres han sufrido alguna forma de MGF u otra forma de violencia.
Charlas para sensibilizar sobre el derecho a la salud. © David Rubens
El año 2022 estuvo todavía marcado por la pandemia provocada por la COVID-19. Las autoridades duplicaron el número de centros de vacunación e intensificaron las campañas de concienciación, con un apoyo importante de la OMS y donantes internacionales. Mauritania es uno de los países africanos que ha desplegado con éxito una campaña de vacunación dinámica, capaz de adaptarse a los distintos tipos de vacunas recibidas, y a los distintos lotes con sus distintas fechas de caducidad.
NUESTRO TRABAJO EN 2022
Actualmente, la organización centra sus esfuerzos en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos, prestando especial atención a las violencias de género. En paralelo, esta iniciativa se ha visto acompañada por una campaña de comunicación de alcance nacional y gran impacto.
Con una estrategia global de prevención, Médicos del Mundo junto a las organizaciones de la sociedad civil y las entidades públicas sanitarias, en los últimos seis años se han puesto en marcha seis unidades de atención y cuidados de las supervivientes en seis hospitales públicos del país, atendiendo a 3.221 personas víctimas de violencia de género. sv
La estrategia en el país se centra en el refuerzo institucional del sistema público de salud y de las organizaciones de la sociedad civil, principalmente en la atención primaria de salud en el ámbito de la salud sexual y reproductiva de mujeres adultas y adolescentes y la violencia de género en las regiones de Assaba, Guidimakha, Gorgol, Nuakchot y Nuadibú. Se han implementado varios proyectos con el objetivo de reforzar el acceso y la calidad de los servicios de protección social a mujeres, adolescentes, niños y niñas. Así, un eje central de las actividades ha sido el fortalecimiento de la equidad de género y la cobertura universal en el acceso a la salud.
En el marco de la incidencia política, junto a los socios locales se han realizado actividades de diferentes tipos y a diferentes niveles. Se participa en espacios de reflexión y trabajo, acompañando al Ministerio de Salud y otros actores (directores de Hospitales, organizaciones locales, organizaciones internacionales, Ministerio Social, Ministerio de Justicia, Universidad, etc.), en temas relacionados con el derecho a la salud, la violencia de género, la salud sexual y reproductiva, y el sistema de protección para supervivientes de violencia de género.
Algunos de los temas tratados han sido:
- Reconocimiento de la violencia de género como un problema social y un problema de salud pública y de la violencia sexual como una urgencia médica.
- Defensa del derecho de acceso a la salud e integración de la violencia de género en la atención médica hospitalaria, a fin de integrar el servicio de acogida de víctimas de este tipo de violencia en el sistema de salud nacional a nivel nacional.
- Desarrollo y apropiación de protocolos de actuación médica y holística ante las víctimas de violencia sexual y de mutilaciones genitales femeninas.
- Integración de los datos de violencia de género en el Sistema Nacional de Información Sanitaria, además de su calificación propia y distinguida de “accidentes de la vía pública”.
- Apropiación por parte de las autoridades locales de las distintas actuaciones realizadas en las regiones de intervención con el fin de sensibilizar sobre la violencia de género y formar a profesionales de diferentes sectores sobre el tema
- Intercambio de información y transferencia de habilidades con otros actores involucrados en el campo de la lucha contra la violencia de género y el desarrollo de un sistema de protección multidisciplinar para las personas supervivientes de este tipo de violencia.
También se han desarrollado múltiples actividades de comunicación y sensibilización en torno a la violencia de género. Por una parte, a través de la participación en redes sociales o campañas de comunicación (carteles, eventos, acciones puntuales como murales, participación en la Universidad, Día Mundial de la lucha contra las mutilaciones genitales femeninas, emisiones de radio, campañas de difusión y sensibilización sobre el libro Toutou est-elle tétue?, etc.). Además, en varios proyectos se han desarrollado iniciativas de formaciones y sensibilizaciones en diferentes regiones dirigidas a múltiples grupos: estudiantes de liceo y universidad, comunidades, cooperativas de mujeres, personal médico y sanitario, de organizaciones de la sociedad civil, líderes comunales y religiosos, miembros de la Policía y el Ejército, pacientes de los centros de salud y hospitales, actores ministeriales, jóvenes y adolescentes en general, entre otros.
Las actividades de sensibilización son una de las líneas fundamentales del trabajo en el país, necesarias para el cambio de comportamiento ante la violencia de género, y el desarrollo de un sistema de protección a todos los niveles. Así, en diciembre finalizó tras tres años y medio la campaña de comunicación, con un taller de alto nivel institucional para compartir los resultados y capitalizar todos los logros con actores muy diferentes involucrados en la lucha contra la violencia de género.