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Andrew McConnell

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Ali Mohamed Brahim
31 años
En la foto, en el exterior de una antigua escuela en el campamento de refugiados de Dajla, Argelia.

 

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Cuando tenía once años, la mitad de mi clase fue enviada a estudiar a Libia y la otra mitad a Cuba. Me fui a Cuba emocionado aunque no tenía ni idea de dónde estaba. Fue en 1989. Pasamos unos días en La Habana y luego fuimos en barco a la Isla de la Juventud. Muchos de nosotros nunca habíamos visto el mar ni viajado en un barco. Me quedé en la Isla de la Juventud durante siete años. Había muchos estudiantes de Angola, Zimbabue, Namibia, Ghana, Yemen. Los primeros años fueron buenos, pero cuando comenzó el bloqueo por parte de Estados Unidos las cosas se pusieron difíciles. Escaseaba la comida. Después fui a Villa Clara y estudié inglés cinco años.

En 1998 la mayoría de nosotros regresamos a los campamentos para el proceso de identificación de las Naciones Unidas para el referéndum. Nos hicieron fotos y nos preguntaron nuestros nombres, tribu, facción, wilaya (campamento), los nombres de los padres. Buscaban los datos en un ordenador y tenían un censo español. Estaban presentes un jeque del Sahara y uno de Marruecos y un representante de Naciones Unidas les preguntaba: “¿conocen ambos a este hombre?” y si ambos estaban de acuerdo, te registraban. El problema fue que el Polisario aceptó este plan que llevó mucho tiempo. Cuando Naciones Unidas estaba a punto de finalizar el censo de votantes, los marroquíes hicieron pública otra lista, diciendo que esas personas también eran saharauis.

Estábamos entusiasmados con el referéndum y por supuesto, por volver a ver a nuestras familias después de nueve años. Después de un mes regresé a Cuba. En los años siguientes nos fuimos dando cuenta de que no habría referéndum. Fue muy decepcionante. La gente preguntaba “¿por qué estoy estudiando aquí, si lo único que voy a hacer es volver a los campamentos para no tener trabajo?” Regresé a los campamentos en 2003, después de catorce años. Fue emocionante, la gente había crecido, mis hermanas estaban casadas, y habían tenido hijos. Había un montón de negocios y la gente estaba más activa. Yo quería enseñar, así que empecé en una escuela de enseñanza de español y todavía estoy allí.

Mientras Estados Unidos y Francia, especialmente, sigan poniendo obstáculos en las resoluciones, no habrá referéndum. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no está ejerciendo suficiente presión sobre Marruecos para que las acepten. El alto el fuego no ha sido útil. El Frente Polisario ha hecho muchas concesiones para aceptar las condiciones de Marruecos, pero al final a ellos [Marruecos] se les permite salir del proceso. Si a los países grandes realmente les interesara podrían llegar a una solución para el Sáhara Occidental. Si España asumiera su responsabilidad sería de gran ayuda, pero no dicen nada, a causa de los intereses de la pesca y el comercio. Creo, honestamente, que lo que se arrebata por la fuerza sólo puede recuperarse mediante la fuerza; y es cierto, sí, es cierto.